Habana que un día viví
te quiero tanto,
Habana yo te recorrí
siempre soñando,
mis ansias me llevan a ti
para decirte que yo
con mis canciones
dejé en tus calles
mi corazón.
me veo llegando hasta ti
por la bahía
y allí San Cristóbal me da
los buenos días,
el aire respiro feliz
con una dulce emoción
mientras te escucho
tus campanarios
cantando un son.
y en la plaza de la catedral
una paloma me viene a contar
las viejas historias
que en tus balcones
quieres conservar
una vuelta por el malecón
para sentir el arrullo del mar
y el repique de un bongó
me recuerda el pregón
del Manisero que se va y se va
